Madrid – Bayona – Nantes
1058 kilómetros
Realizar la ruta de los Castillos del Loira era uno de nuestros objetivos viajeros.
El día que salimos en coche desde Madrid hacia Francia no nos lo podíamos creer. Comenzaba un viaje que nos iba a llevar por los Castillos del Loira y luego por el centro y este del país vecino, durante un mes de septiembre.
En total, todo el viaje fueron catorce días repartidos de la siguiente manera: Cinco días para recorrer el Valle del Loira y nueve días para hacer los trayectos desde/hacia Madrid y para recorrer un poco el centro y este de Francia, terminando con la visita a algún pueblo de la provincia de Girona, sin olvidarnos de la propia ciudad de Girona.
El recorrido por el Valle del Loira lo iniciamos en Nantes, pero como la distancia de Madrid a esta ciudad es bastante larga, aproximadamente mil veintiséis kilómetros, hicimos parada, para dormir, en la preciosa ciudad de Bayona que está más o menos a mitad de camino.
Como íbamos con mucho tiempo y una vez pasada la frontera francesa hicimos una primera parada en la localidad de San Juan de Luz.
Aunque está muy cerca de la conocida Biarritz, San Juan de Luz es una ciudad bastante más relajada que ésta. No está tan masificada como Biarritz.
El casco viejo es precioso, formado por las típicas casas de estilo vasco. Muchas de estas casas datan del S. XVII, época en la que San Juan de Luz era uno de los puertos pesqueros más importantes de Francia.
Lo que no hay que perderse de San Juan de Luz es su playa y por supuesto su paseo, el Gran Hotel y Casino La Pérgola, la Iglesia de San Juan Bautista, La Maison del Infante, la Calle Gambetta, la Plaza Luis XIV, Les Halles y su puerto.
De San Juan de Luz, y como aún no era la hora de comer, nos fuimos directos a visitar Biarritz.
Biarritz es conocida por sus famosas playas, sus aguas terapéuticas y el surf. Es una ciudad muy señorial donde destacan las casas burguesas y las mansiones.
Por otro lado el ambiente surfero se equilibra muy bien con ese toque de lujo que tiene la ciudad. Lo que no hay que perderse de Biarritz son sus playas, como la de Miramar, la Playa Grande y la Playa del Puerto Viejo. También hay que ver el Hotel du Palais, el Casino, el pequeño puerto de los pescadores, el puerto viejo, Les Halles, el Faro, la Capilla Imperial, la Iglesia Ortodoxa y la Roca de la Virgen.
De Biarritz nos fuimos para Bayona, donde hicimos el check-in en el hotel y casi sin perder tiempo nos fuimos directos hacia el casco histórico para patearlo todo lo que pudimos.
Se puede decir que Bayona está dividida en dos barrios principales: la Grand Bayonne y la Petit Bayonne. El paseo que recorre la orilla del río Nive y que separa estos dos barrios, es un paseo muy bonito y desde donde se pueden ver los edificios decorados que esa hermosa mezcla de arquitectura vasca y francesa.
Ambas orillas del río están llenas de bares y restaurantes por lo que no nos fue difícil encontrar un sitio para cenar.
De Bayona no te puedes perder:
– La Grand Bayonne, el barrio más comercial y animado. Se puede considerar como el centro histórico. Aquí está la Catedral de Santa María, el Castillo Viejo, el Ayuntamiento y el mercado (Les Halles).
– La Petit Bayonne, en este barrio podrás ver el Castillo Nuevo y varios museos.
A la mañana siguiente nos levantamos temprano porque aún nos quedaban unos cuatrocientos sesenta kilómetros para llegar a Nantes, y antes queríamos hacer una parada para visitar la bonita ciudad de Saintes.
Esta ciudad fue en el S. I, es una ciudad histórico-artística que cuenta con un importante patrimonio. El anfiteatro galorromano, el arco romano de Germanicus, la Abadía Femenina, la impresionante Iglesia Abacial de estilo románico y la Catedral de Saint-Pierre, dan testimonio de su rico pasado.
Pasamos toda la mañana paseando por Saintes, y después de comer salimos dirección Nantes.
Llegamos por la tarde, por lo que nos dio tiempo a hacer el check-in en el hotel y salir a dar un paseo por la ciudad visitando los puntos más interesantes.
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